EL HOMBRE Y SU HISTORIA

CONTENIDO


1.   RAFAEL TOMAS FERNANDEZ DOMINGUEZ
CONSIDERADO COMO EL VERDADERO HÉROE DE LA REVOLUCIÓN DE ABRIL
(SOLDADO DEL PUEBLO Y MILITAR DE LA LIBERTAD)

2.   CHAVEZ CUENTA COMO VIVIO SU INFANCIA Y JUVENTUD
DOCUMENTAL COMANDANTE CHÁVEZ EPISODIOS 1, 2 Y 3. VIVE TV 2012

3.   CONTAR DESDE LA ÉPICA DEL TIEMPO: BIOGRAFÍA DEL CHE EN FACSIMILARES


4.   OLIVER STONE: NINGÚN PRESIDENTE DE EEUU HA TRABAJADO TANTO COMO PUTIN

5. GENERAL DE DIVISIÓN GREGORIO LUPERON 


RAFAEL TOMAS FERNANDEZ DOMINGUEZ
Considerado como el verdadero héroe de la Revolución de abril
(Soldado del Pueblo y Militar de la Libertad)


CORONEL TOMAS FERNANDEZ DOMINGUEZ (OLEO DE MIGUEL NUÑEZ PINTOR DE LA PATRIA



 “... y aquí estoy, respondiendo con la frente en alto,
el honor multiplicado y la vergüenza como estandarte.
Que me juzguen la Historia y la República”*
Rafael Tomás Fernández Domínguez
.
Coronel del Ejército Nacional ha sido considerado como el inspirador militar de la insurrección armada que estalló el 24 de abril de 1965 contra el Triunvirato que gobernaba el país, presidido en ese momento por Donald Reíd Cabral. La revuelta tenía el propósito de reponer el derrocado gobierno del Profesor Juan Bosch Gaviño, derrocado el 25 de septiembre de 1963 restableciendo con ello la constitucionalidad perdida. Esta revuelta produjo la intervención de tropas norteamericanas.

Nació el 18 de septiembre de 1934 en la sección Damajuana, municipio de Esperanza. Fueron sus padres el General Ludovino Fernández Malagón y Gloria Erminda Domínguez Cruz. Se graduó de Bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas el 27 de diciembre de 1952 e ingresó en la Universidad de Santo Domingo para cursar la carrera de ingeniería, interrumpiendo estos estudios para integrarse como soldado al Ejército Nacional.

Participando como Cadete en la Academia Militar se gradúa, al concluir estudios realizados entre 1954 y 1956, de Bachiller en Ciencias Militares. El 22 de diciembre de ese mismo año contrae nupcias con la señora Alma Arlette Fernández, comenzando una familia que se enriqueció con la llegada de cinco hijos.
Algo más tarde pasó a la Fuerza Aérea Dominicana y allí se distinguió obteniendo las mejores calificaciones en los estudios militares que realizara. En febrero de 1957 se traslada a Fort Clayton en la Zona del Canal de Panamá para tomar un curso militar.

Ya con el rango de Capitán, en 1961 desempeñó el cargo de Jefe de la Base Aérea de San Isidro. El 18 de enero de 1962, ostentando el rango de Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), liberó a los miembros del Consejo de Estado, detenidos en el Club de Oficiales de esa institución por órdenes del ex general Pedro Rafael Ramón Rodríguez Echavarría, quien fue depuesto ese mismo día, después de intentar sin éxito un golpe de estado.

Fernández Domínguez fue ascendido entonces a Teniente Coronel, y nombrado Sub-jefe de la Fuerza Aérea. Algún tiempo después es trasladado al Ejército Nacional y enviado en noviembre de 1962 a Fort Gulick en Panamá para participar en un curso de Comando y Estado Mayor. Obtuvo el segundo lugar entre los 31 militares de América Latina y los Estados Unidos de Norteamérica que participaron.

Tanto el traslado como el viaje a Panamá se debieron a discrepancias con sus superiores a quienes señalaba como transgresores de los reglamentos militares. Se opuso a que le fuera concedido el rango de general a Luis Amiama Tió y a Antonio Imbert Barreras, participantes y sobrevivientes en el asesinato del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, por considerar que tales designaciones constituían una violación a las normas militares.

En Junio de 1963 realiza otro curso de Instrucción de Infantería Avanzada. Ese mismo año recibe el nombramiento como Director de la Academia Militar "Batalla de Las Carreras" de la Fuerza Aérea Dominicana.

Al ser depuesto el gobierno constitucional del Prof. Juan Bosch, el Coronel Fernández Domínguez intentó organizar un movimiento de resistencia militar que de momento no pudo materializar. El 23 de octubre de ese mismo año y en lo que puede ser considerado prácticamente como una deportación, fue nombrado por el Triunvirato gobernante como Agregado Militar en España. Desde el exterior escribió repetidas veces a sus compañeros de armas exhortándoles a continuar con los preparativos del contragolpe.

En diciembre de 1964 logró un permiso para entrar al país por tres días y aunque estaba continuamente vigilado, logró establecer contactos con los simpatizantes del movimiento conspirativo contra el Triunvirato, al cual y por invitación suya, se incorporó el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Al concluir los tres días de su permiso le hacen nuevamente abandonar el país, esta vez enviado como Agregado Militar en Chile. El Coronel Fernández Domínguez estaba convencido de lo importante para la causa que era la conservación de su rango militar, razón por la cual aceptó tales nombramientos, según se desprende de sus propias palabras, contenidas en una carta fechada 22 de marzo de 1965 que enviara desde Santiago de Chile a uno de los oficiales de su grupo: "Respecto a mi posición dentro del Ejército, estoy firme y definitivamente convencido que no debo abandonarla, aún sea bajo la más fuerte de las presiones, ya que es la única forma en que hoy, mañana o algún día podré -en una u otra forma- cooperar en la reestructuración definitiva de las FFAA dominicanas."

Sobre la importancia histórica del movimiento que lideraba, y por no haber tenido éxito en un intento de materializarlo, el Coronel Fernández Domínguez escribió el 21 de abril de 1964 "La historia de la República Dominicana no se ha escrito aún... y tengo la firme convicción de que nuestro abortado movimiento será un capítulo de esa historia... La problemática dominicana es bien clara, todo descansará dentro de poco tiempo en la joven oficialía, la cual deberá ser reconquistada por nosotros, por todos los medios."

En Chile recibió la noticia del derrocamiento del Triunvirato por el movimiento armado del 24 de abril de 1965 e inmediatamente tomó un avión vía Puerto Rico para regresar al país aunque no pudo entrar a la República Dominicana porque el aeropuerto se encontraba cerrado por tropas que se oponían al movimiento insurreccional.

El Coronel Fernández Domínguez, que había sido nombrado Ministro de Interior y Policía en el Gabinete designado por el Gobierno Constitucionalista presidido por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, logró entrar al país, después de varios intentos el día 14 de mayo de 1965 mientras se realizaban negociaciones entre el gobierno encabezado por Caamaño y los representantes de las fuerzas norteamericanas que habían invadido el país.

Tomó posesión de su cargo pero cinco días más tarde, el 19 de mayo de 1965 murió durante un encuentro con tropas norteamericanas mientras dirigía un asalto al Palacio Nacional, ocupado por tropas del Gobierno de Reconstrucción Nacional encabezado por el General Antonio Imbert Barreras, que se oponía a Caamaño Deñó. El Coronel Fernández Domínguez, muerto a los 30 años de edad, se encuentra sepultado en el cementerio de Santiago de los Caballeros.

Sólo unos días antes de su muerte había escrito: "Sabemos que este movimiento tiene una alta categoría histórica; que él marcará una época en nuestro país, siempre traicionado y siempre esclavizado; sabemos que con nosotros no sólo se levantará la voluntad democrática del pueblo dominicano sino también la fe de muchos pueblos de América que tienen en su corazón un altar para los luchadores de la libertad.

Y porque sabemos todo eso, terminaremos la lucha con el mismo sentido del honor con que la empezamos y con el alma satisfecha de los que sirven a la Patria y, en consecuencia, sirven a su pueblo. Aquel que de nosotros caiga en la lucha, no caerá; se elevará al respeto de todos los dominicanos; aquel de los que luchan contra nosotros que no comprenda a tiempo su error, ese caerá para siempre del amor del pueblo y será perseguido por la historia."

El Presidente Bosch inspecciona las maniobras militares dirigidas
por el coronel Fernández Domínguez. Junio 1963
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SU ÚLTIMA CARTA
Para su esposa Arlette Fernández
Mayo del 65, Río Piedras,
Puerto Rico.
Adorada Letty:
Imagino lo desesperada que estás por venir y espero en Dios puedas resolver todo pronto para que
puedas estar aquí en esta semana.
Te estoy haciendo esta carta porque es posible que cuando llegues yo no esté aquí, ya que hay una posibilidad de poder entrar a mi Patria y quiero decirte y pedirte muchas cosas. Espero que así sea, ya que no soporto más la situación en que me encuentro; mientras mis compañeros y mi pueblo, luchan y mueren, yo estoy aquí, como un idiota perfecto, después de luchar tanto y sufrir inmensamente en este odiado exilio; yo, que estaba llamado a responsabilizarme y dirigir el movimiento, tengo la desgracia de tener que contemplar desde lejos cómo matan cobardemente a los míos y no puedo ayudarlos, no puedo hacer nada; esto me tiene destrozado y creo que mi desesperación me volverá loco; lo que siento sólo es comparado a lo que sentí cuando murieron mi papá e Ivonne; bueno, tú sabes como he aprendido a amar a mi Patria y ahora no puedo hacer nada por salvarla.

Esto es terrible para mí, sólo Dios sabe lo que siento cuando hablo por teléfono con los muchachos y me doy cuenta de que no puedo estar a su lado. Por eso Letty, aunque sé que es una muerte segura, me voy como sea; he agotado todos los recursos imaginables para poder entrar pero ha sido imposible.

Imagínate, he pasado días enteros entre montes y cañaverales, y tratando de entrar en bote ya que en avioneta nadie puede ni se prestan con razón a entrarme; esta vez es seguro, pues hay un hombre muy responsable que se ofrece a llevarme y estoy listo para partir.

Estoy consciente del peligro pero, tú sabes que lo más sagrado para mí es el deber y hoy debo cumplirlo nada menos que con mi patria y mi pueblo. Me siento dichoso de que Dios me brinde la oportunidad de cumplirlo como soldado.
Si me pasa algo, sé que vas a sufrir mucho y tú y mis hijos pasarán trabajo. No les dejo siquiera una casa pero, cuando te veas muy apurada recuerda que esto es más que nada porque fui honrado y tengo mis manos inmaculadas y esto debe servirte de orgullo e incentivo para luchar; sé que eres valiente y no me defraudarás.

Además, recuerda lo que tanto te he dicho. Todos tenemos nuestro destino marcado y si el mío es morir por mi patria, es el destino más maravilloso que hombre alguno pueda tener y la felicidad que yo sentiría es algo inexplicable. Yo tengo el privilegio de haber aprendido a amar a mi pueblo y a mi patria de esta forma que sólo yo sé, de haber tratado de superarme a mí mismo y tratar de llegar a ser “UN HOMBRE”. Tú sabes como he luchado contra las tentaciones de la vida para hacer que en mi mente y en mi corazón aniden siempre y en todos los momentos de mi vida, la vergüenza, la honradez, la justicia, el amor y el patriotismo. Tú sabes todo esto, mi vida, por eso, si caigo por defender y cumplir con estos sagrados principios, por mis ideales que tanto he tratado de que sean verdaderamente puros, tú y mis hijos deben sentirse orgullosos, porque yo, desde donde esté, me sentiré muy feliz.

Al leer esta carta sé que te pondrás muy triste, pues sé lo que me quieres y lo sensible que eres, pero necesito desahogarme pues sufro mucho y estoy muy desencantado.

Por la prensa y la radio te habrás enterado de que los norteamericanos nos tildan de comunistas, esto no es más que un pretexto para aniquilarnos y con ello al pueblo que hoy lucha por reconquistar sus derechos, pues ellos muy bien que saben cómo somos y la razón y pureza de nuestros ideales, pero son malos, despreciables y traidores, cobardes animales que no saben con todo su poderío, de dignidad y honor, sólo les interesa el vil metal, lo demás para ellos no vale nada. Pero el valor y patriotismo de nuestro pueblo es algo que no se puede decir con palabras, y no podrán; antes, tenderán una alfombra de cadáveres sobre Santo Domingo y, aún cuando nos pisoteen, seremos más grandes y dignos que ellos.
Dentro de mi desesperación, siento un orgullo tremendo pues mis compañeros de armas, aquel grupo que yo elegí por su seriedad y vergüenza, ha dado muestras de un valor y patriotismo encomiable,

¿te acuerdas lo que decía de Francis,* Lachapelle, ** y Quiroz?, *** no me equivoqué. También siento gran satisfacción porque aunque no luchamos precisamente por un hombre y un partido, he comprobado que el Señor Presidente es un gran hombre y de mucho valor, ya que esto no se demuestra sólo peleando;
además, lo que más admiro en él es su nobleza e inteligencia porque ha sabido salvar vidas y no sólo de revolucionarios. Veo que los dominicanos no se equivocaron cuando lo eligieron.

Si me pasa algo, ocúpense tú y Celeste de cuidar mucho a mamá para que no vuelva a enfermar; bueno Letty, ya verás que no me pasa nada, los hombres tan idealistas como yo no mueren muy fácilmente, pero por si acaso, tengo algo que pedirte y encomendarte. En nombre de ese amor que nos tenemos, tienes que luchar con todos los medios a tu alcance para hacer de mis hijos hombres dignos y de vergüenza, honrados y valientes (sé que tú lo eres) porque si yo no puedo llegar a hacer por mi pueblo todo lo que pienso, entonces ellos tendrán que hacerlo, son mi aporte a la patria que venero, la única herencia que les dejo, a ti y a Ella; los varones, sean o no militares, tienen que luchar y morir si es necesario por verla libre y nuestro pueblo feliz y lo que es más, que den su vida, si es que tienen que hacerlo, llenos de felicidad; en resumen, incúlcales mis ideales, y entonces, como dice aquél escrito que puse en un cuadro en casa: NO
HABRE VIVIDO EN VANO.

Ojalá traigas el dinero de la venta del carro, pues el que traje lo gasté en equipos para mi viaje y también se lo he dado a algunos amigos que han venido. Cómprale ropa a los niños y me le pagas cien pesos que le cogí prestados a mamá.
Me voy Letty, pero en esta carta te dejo mi corazón y mi alma. Miles de besos a los niños, cuídense mucho y que Dios los bendiga.
Te adora
Tu Rafa.
Los cinco hijos del matrimonio. 1964
Tomado del Blog: Historia Patria Dominicana


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Chavez cuenta como vivio su infancia y juventud

Documental Comandante Chávez Episodios 1, 2 y 3. VIVE TV 2012


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Contar desde la épica del tiempo: Biografía del Che en facsimilares

Por: María del Carmen Ariet
En este artículo: CubaErnesto Che GuevaraHistoriaOcean SurUNESCO


invitacion










Una vez más, el Centro de Estudios Che Guevara y la editorial Ocean Sur se unen bajo el propósito de presentar al lector un nuevo libro del Proyecto editorial que ambos construyen. Se unen factores difíciles de soslayar porque su contenido se elaboró a partir de facsimilares extraídos del Archivo documental del Centro, los que a su vez han sido considerados por la UNESCO Patrimonio de la Memoria del Mundo.



Desde el honor que significa este reconocimiento, expresión del ejemplo y legado que dejara el Che, la mayoría sin propósitos manifiestos para su publicación y mucho menos de perpetuidad. Sin embargo, no podemos sustraernos de hilvanar momentos imprescindibles de su vida y obra por intermedio de la historia que nos cuentan los documentos inéditos que conforman la Colección recién premiada y que forma parte de los fondos más significativos que posee el Centro de Estudios Che Guevara, en su condición de albacea universal.



Del contenido mismo de la documentación se seleccionaron un grupo de facsimilares que muestran de forma coherente y cronológica la evolución y desarrollo de etapas imprescindibles. Se pretende transitar, llevados de su mano, por momentos decisivos que revelan imágenes y textos que por sí solos nos hablan de sentimientos, búsquedas, percepciones, realidades y respuestas tentativas que mucho dicen, sin tener que recurrir a explicaciones o frases pensadas. Se ha querido ofrecer una especie de autorretrato visual con dimensiones autobiográficas, validadas por las propias imágenes seleccionadas.



El ordenamiento abordado se enmarca dentro de la metodología establecida por el Centro para el desarrollo de sus investigaciones y estudios concretos, el mismo que conforma el ordenamiento dado a nuestro Proyecto editorial, del que forma parte el libro que se les presenta. Estimamos que esta propuesta sobre los facsimilares de Ernesto-Che permitirá escudriñarlo, interrogarlo y sobre todo interpretarlo como acto pleno de vida y fe, desde la esencia de la épica del tiempo.
Vagar sin rumbo

El Che, un lector interminable. Foto: Archivo.

Resulta en extremo difícil sustraernos a la impresión que siempre producen los documentos que contienen la génesis y formación de Ernesto Guevara de la Serna. Trasmiten una especie de halo mágico al descubrirnos una aproximación al futuro que conocemos, pero que no deja de asombrar por sus singularidades, su constancia y tesón al mostrar una existencia que por su persistencia se mantuvo siempre al acecho para escudriñar su verdad y descubrir su auténtica vocación.

Palpar su escritura, la relectura de sus relatos y correcciones, al tratar de encontrar precisión en el lenguaje y en la búsqueda de un estilo propio, nos acercan a sus rebeldías e inconformidades aun en ciernes, que lo conducen, como expresara en frase al vuelo, a un vagar sin rumbo, aparentemente sin brújula y con una cuota particular de aventurero irreverente, dando paso a sus primeras crónicas de viajero y a una interrogante que persistiría por siempre: ¿Qué veo yo?

Los facsimilares que se reproducen forman parte de una especie de diagnóstico entre sus vivencias pasadas y su trayectoria futura. Así se observan registros escolares, cartas de la infancia a sus familiares, para dar paso, en su adolescencia, a la elaboración de un Índice de lecturas donde registra con meticulosidad la literatura que pasaba por sus manos y que, sin dudas, contribuyeron a la ampliación de sus horizontes y a la obtención de respuestas tentativas, que pueden servirnos para interpretar ese afán inagotable de indagaciones y hallazgos que lo acercarían a derroteros mayores.

Al Índice le siguen los Cuadernos Filosóficos, comenzado a escribir a los 17 años con la pretensión de un joven que se apropia de un calificativo muy superior a sus conocimientos, como una señal de la que solo él podía estar convencido. Si algo es importante reconocer en esa etapa, aun no delineada con exactitud, es la certeza de una necesidad interior por crecer espiritualmente a través de un ejercicio intelectual, que nos permite examinar el pasado agigantado por el valor teórico de una obra tangible hoy.

Con esa misma convicción, acumula y multiplica conocimientos y vivencias enriquecedoras en el estudio y el trabajo. De todo ello quedan documentos sugerentes, quizás desconocidos para muchos, de su estancia en Vialidad de Córdoba con el propósito de costear su subsistencia, su vínculo laboral con la Clínica Pisani en Buenos Aires mientras cursaba sus estudios de Medicina, etapa fructífera en la que se acerca a una de sus preferencias siempre manifiestas, la investigación, y que tiene como resultado la colaboración de trabajos publicados sobre alergia en revistas especializadas.

No obstante, ese camino prominente es interrumpido para dar paso a un proyecto incierto, autocalificado como “el camino del ensueño” y de aspiraciones por alcanzar, su primer viaje por el continente latinoamericano. La improvisación y el desenfado resultan el sello distintivo de un momento determinante al confesarse la “trascendencia de su descubrimiento” y sobre todo de su nueva mirada hacia el porvenir.

Pudiera parecer inverosímil la exactitud de esas expresiones por la inmediatez con que fueron pensadas y afirmadas, pero ahí están las crónicas escritas como memoria imperecedera de sensaciones y verdades que rebasan la intuición y se convierten en pautas de vida. Cómo refleja, describe y se adentra en la realidad de cada país que visitara, con mirada escrutadora, nos permitirá entender su compromiso indisoluble con la política activa aun sin definírsela, cuando la experimenta como algo que llevaba dentro hacía tiempo y muy cercana a sus aspiraciones y realizaciones por conquistar.

Al aseverar que siente la presencia del fin de una etapa y el comienzo de otra en su vida, solo es posible deducirlo por intermedio de una expresión extraída de sus notas: “Los dejo ahora conmigo mismo, el que fui…”
“Vibraciones nuevas”

El Che y Granado con la motocicleta.

Un nuevo ciclo y a la vez el mismo, forma parte de una espiral sentida por Ernesto como algo diferente. Nos queda un silencioso pasaporte en el que se registran visas infinitas y un mundo descubierto por un hombreque se va forjando a sí mismo, reiterado, una vez más, en páginas escritas con premura pero con un sentido exacto de deseos por alcanzar.

Un nuevo recorrido por la América Nuestra, después de concluido sus estudios de Medicina, lo conducen a una especie de antesala a su trayectoria futura. La continuidad de sus estudios autodidactos, su búsqueda aparentemente infinita en la que se manifiesta inconformidad y trasgresión para con el medio, lo impulsan a nuevos horizontes en los que podrá integrar sus ansias personales con sus convicciones políticas, obtenidas sobre todo en sus viajes, visibles a través de manuscritos conservados por él mismo en su mochila de viajero. Cómo imaginar la continuidad de sus Cuadernos filosóficos, cómo seguir sus impresiones inmediatas, solo es posible gracias a un nuevo diario titulado Otra vez y de ese modo hacernos sentir la infinitud de su camino, así cómo seguir el contenido de un libro inconcluso, adelantado a su tiempo, como lo fue La función social del médico en América Latina. Todo ello y mucho más se encuentran en páginas amarilleadas por el tiempo pero a la vez beneficiadas al hablarnos de un hombre que no desistió nunca de lo que consideró su batalla permanente.

La Bolivia que tan hostil le resultara al final de sus días, fue su primera aproximación a una revolución, que no le satisfizo del todo pero que contribuyó a reforzar el verdadero valor de los posibles movimientos políticos que pudieran surgir en el continente. No es de extrañar que al visitar de nuevo al Perú percibiera ese aliento en las cumbres de Machu-Picchu al sentir un grito desgarrador: “…ciudadanos de indoamérica, reconquistad el pasado…”.

A la par que frustraciones con la derrocada revolución guatemalteca en junio de 1954, la decisión de partir a tierras mexicanas lo coloca en una encrucijada respecto a su futuro, sin imaginar que sería allí donde encontraría, como afirmara después, su verdadera vocación y donde se convertiría definitivamente en el Che de todos. Impresiones indelebles acerca de su primer encuentro con Fidel, escritas en su diario personal para no ser contadas y su compromiso de luchar por la liberación de Cuba, lo llevan a definirse ante su madre, por intermedio de una carta: “Por la vida he pasado buscando mi verdad…”. Es un manuscrito capaz de hacernos experimentar cuánto de trascendencia puede un hombre llegar a alcanzar en su empeño por el mejoramiento humano.
“Buscando mi verdad”

Ernesto Che Guevara llega a lomo de mulo al encuentro de Fidel (1957). Foto: Enrique Meneses.

Cuba se convierte, ya para el Che, en una responsabilidad histórica que llegara a calificar de muy grande, reafirmada en una ética y compromiso materializados en su decisión de acompañar a los revolucionarios cubanos en su afán por alcanzar su definitiva independencia. Una vez más, por su singularidad y tesón, podemos vibrar junto a él en combates, estrategias y batallas a través de páginas diferentes, porque ahora le corresponde a un diario de combate hablar por sí solo del esfuerzo personal de un hombre, que, sin conocer el terreno que pisaba ni mucho de su realidad, pudo vencer enormes dificultades, ganarse el respeto y la admiración y llegar a ser el primer comandante de un ejército irregular, convencido del papel que se había asignado.

La conformación de un retrato del guerrillero Che Guevara, validado por documentos de campañas conservados a lo largo de la contienda, permiten obtener una visión más depurada de su personalidad y sobre todo de su extraordinaria labor como combatiente comprometido, descritos desde el inicio del desembarco del Granma el 2 de diciembre de 1956 hasta la última etapa de la lucha que le correspondió dirigir en el territorio de Las Villas y su culminación el 1º de enero de 1959.

Para contribuir a un mayor entendimiento de su devenir como combatiente se incluyeron documentos, órdenes, decretos, notas y cartas, capaces de ofrecernos las múltiples facetas que desempeñó en la lucha, su ética formadora como el educador que siempre fuera y el hombre integral, valiente y leal, resumido en su ejemplo permanente.

Esas páginas de la historia reciente de Cuba, en el caso particular del Che, se suman a otras que con posterioridad desarrollara en el Congo y Bolivia, sintetizada en una frase con la que imaginaba su futuro: “Mis sueños no tendrán fronteras…”
“Fabricador de esperanzas”

Imagen tomada en enero de 1959. Foto: Archivo.

En carta simbólica para su familia, cuando se encontraba en Costa Rica, muy próximo a su entrada a Guatemala, en 1954, escribe que en ese país se convertiría en un verdadero revolucionario. Es sabido, como después afirmara, que solo fue un sueño lindo al ser derrocado ese proceso anhelado y compartido por muchos revolucionarios de entonces.

Quizás durante ese tiempo soñó Ernesto en convertirse en un artífice o constructor de una sociedad diferente. Qué hacer y cómo lograrlo solo pudo materializarlo años más tarde cuando se hizo efectiva su participación en la lucha revolucionaria en Cuba pero, sobre todo, en lo que vislumbraba como su papel de “fabricador de esperanzas” y de nuevas conquistas dentro de una sociedad más justa.

Si existe una etapa de ese eterno soñador que fuera el Che y que lo define con dimensiones superiores, se produjo en el breve tiempo que se desempeñó como dirigente de la Revolución cubana y en las múltiples responsabilidades desempeñadas. Sin dudas, un legado que rebasa su tiempo y que permanece indeleble en la memoria colectiva de un pueblo que siempre lo consideró como parte suya y en la presencia de una obra escrita y oral que habla por sí sola de su entrega y dedicación incondicional.

En esa etapa crucial de la Revolución cubana persiste en su insaciable y permanente búsqueda de conocimiento a través de la lectura, el estudio, la escritura y la construcción de nuevas ideas y proyectos que se entremezclan con aquellos lejanos manuscritos de sus estudios de filosofía, políticos y otros, los que indudablemente nos aseveran de la coherencia, continuidad e integralidad que comenzara en la primera juventud y que permaneció invariable hasta su última aliento en Bolivia. Son documentos que continúan hablando de persistentes búsquedas, investigaciones, trasgresiones y rebeldías, como lecciones indelebles para los jóvenes de hoy que lidian con un mundo ajeno y desigual pero que pueden encontrar en la obra y en el ejemplo del Che una huella que les corresponde desentrañar desde la autenticidad de una vida plena cuajada de convicciones.
“La épica de nuestro tiempo”

El Che y sus compañeros en Bolivia. Foto: Archivo.

Esa frase, expresada por el Che para dar una visión exacta de lo que a su juicio constituía la épica de un tiempo muy singular y suyo, se enmarca en momentos en los que traza proyectos y caminos propios, al considerar que era el tiempo de conquistar el escalón más alto, el de revolucionario. Qué sentía, qué faltaba y qué podía hacer para alcanzar ese peldaño sin poses ni actitudes impensadas. Eran acciones y caminos de alguien que se sabía poseedor de una experiencia enriquecedora como la Revolución cubana y que le permitiría andar con paso segura en su proyecto de vida y esperanza, el que en definitiva se traducía en el de poder contribuir a la redención de la humanidad.

Esa decisión lo encauza a un internacionalismo sin fronteras, materializado en el Congo y en Bolivia, donde conoció de lo amargo de la derrota y de noticias íntimas y dolorosas, como fue el fallecimiento de su madre, y que lo impulsan a escribir páginas de enorme significado, tanto en su contenido como en su escritura. Son, sin dudas, documentos que trascienden y quedan como privilegio histórico para los que desean acercarse a su obra y vida.

Todos y cada uno de los facsimilares que se reproducen de esa etapa forman parte de un proceso de crecimiento en el que se puede descubrir y a la vez describir su crecimiento espiritual como una auténtica fusión entre el pasado y el presente. Siguen impactando sus apuntes sobre filosofía, economía, sus lecturas interminables y sobre todo la construcción de un pensamiento creador propio y de acciones definitorias para alcanzar, como se veía desde su época de juventud, la justicia en América a través de nuevas rutas y destinos, solo que este último, sin pensarlo, se convertiría en el definitivo.

La propuesta de aprehender la vida y la obra del Che por medio de un legado muy particular –los manuscritos y documentos conservados desde su adolescencia–, debe contribuir para que los jóvenes de estos y de los tiempos por venir, adquieran una conciencia y compromiso con el empleo consecuente de su legado y actuar, en correspondencia con la herencia de su obra y su plena validez y vigencia, sobre todo para acercarnos a su altura y a “la épica de nuestro tiempo” como él mismo soñara.

Foto que Korda tomara al Comandante Ernesto Che Guevara, conocida luego como la imagen más reproducida en la historia de la fotografía.
Foto que Korda tomara al Comandante Ernesto Che Guevara, conocida luego como la imagen más reproducida en la historia de la fotografía.


El director estadounidense Oliver Stone está impresionado con el presidente ruso, Vladímir Putin, quien hábilmente defiende los intereses de su país. El cineasta confesó sus impresiones en una entrevista con The New York Times.

"Muy impresionado con él como líder. Muy impresionado por cómo defiende los intereses rusos. Un hijo de Rusia. ¿Sentimientos personales? Admiro su disciplina. Su capacidad para hacerlo durante 16 años. Su resistencia, la forma en que trabaja. Ningún presidente de EEUU ha trabajado tantas horas hasta donde yo sé. Me recuerda a Jimmy Carter en ese sentido, dedicación al trabajo", explicó Stone.

El documental del cineasta dedicado a Putin, que se emitirá en cuatro episodios entre el 12 y el 15 de junio, fue grabado durante dos años.

Stone es conocido por hablar en sus obras sobre controvertidos temas políticos. Entre los protagonistas de sus películas se encuentran los presidentes Richard Nixon, John F. Kennedy y George W. Bush, entre otros.

Además:

Oliver Stone comparte sus impresiones sobre Putin
Un punto de vista radicalmente distinto: Oliver Stone prepara una película sobre Putin
Stone propone a sus seguidores elegir cartel para su documental sobre Putin (fotos)
Putin, presidente y abuelo
"Vladímir Putin es una de las pocas personas capaces de comprender la posición de los norcoreanos"
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Maceo y su respeto al Apóstol














El acatamiento irrestricto de Antonio Maceo a las autoridades y a las instituciones de la Revolución es probado. En carta al Mayor General Vicente García, había escrito, el 5 de julio de 1877: «…ante todo soy militar. (…) y no estaré donde no puedan estar el orden y la disciplina, porque vivir así sería llevar la vida a un perfecto bandolerismo».
Su respeto por José Martí y la defensa de este adquiere ribetes de magnificencia. En carta a Enrique Trujillo, el 22 de mayo de 1894, Maceo diría: «La guerra que usted hace al señor Martí es un crimen de lesa patria (…) Martí consagra todo su tiempo a la causa, sin otra recompensa que la censura imprudente».
Ante la imposibilidad de que Maceo se incorpore a la Guerra Necesaria, por no contar Martí con los fondos que –según aquel– necesita para costear una embarcación que lo lleve a Cuba, desde Costa Rica, con otros patriotas y sabiendo el Apóstol que Flor Crombet lo puede hacer con una suma menor, decide que Maceo se ponga a las órdenes de Flor, al decirle, en carta del 26 de febrero 1895, que: «Y como la ida de Ud. y de sus compañeros es indispensable, en una cáscara o en un leviatán,* y Ud. ya está embarcado, en cuanto le den la cáscara, –y yo tengo de Flor Crombet la seguridad de que, con menos de la suma ofrecida, puede tentarse con éxito la salida de los pocos que de ahí pueden ir en una embarcación propia, –decido que Vd. y yo dejemos a Flor Crombet la responsabilidad de atender ahí a la expedición». Maceo acató esta decisión y cumplió con humildad el mandato martiano.
También muestra del respeto y la consideración de Maceo por José Martí la encontramos al concluir la reunión de La Mejorana, cuando Maceo le ordenó al Comandante José Cefí Salas que –con una escolta– protegiera al general Gómez y a Martí en su tránsito hacia el Oeste.
Como complemento de lo anterior, en el Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba, se asevera que: «Un día después [de la entrevista de La Mejorana] (…) volvieron a encontrarse por última vez en la avanzada de las tropas comandadas por Maceo, ocasión aprovechada por Martí (…) para arengar y revistar las tropas, lo que selló la unidad indestructible de estos (…) héroes de la patria en la lucha por la independencia de Cuba».
En carta, desde La Jatía, el 12 de mayo de 1895, una semana después de la entrevista de La Mejorana, el Jefe de la Revolución le dice al Titán de Bronce que al General Gómez y a él: «le[s] preocupa la poquedad de las operaciones, la continua proveeduría de reses a las ciudades, y la desocupación de la mucha gente buena que ansía más guerra de la que hay». Para –seguidamente– ordenarle: «Súbase en los estribos, y haga arder los hombres a su voz». Y… Maceo cumplió la orden del Apóstol. Cuenta de ello lo dan sus brillantes victorias, el 13 de mayo, el 13 de julio y el 31 de agosto de 1895, en Jobito, Peralejo y Sao del Indio, respectivamente.
Como colofón de todo lo anterior, en informe al General Gómez, sin fecha, publicado por la revista Santiago, en su número 22 –de 1976– en la página 207, Maceo le expresa: «En Vijarú, donde acampamos el 28 del mismo mes de mayo, recibimos honda pena con la infausta nueva del fallecimiento de don José Martí. Cuba perdió en él un patriota incansable y un hombre de inteligencia clarísima que lo llevó a alcanzar el respeto y la estimación de ilustres personalidades del mundo entero».
* Leviatán: monstruo marino fabuloso.

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Gregorio Luperón

Gregorio Luperón Olazábal
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Patriota dominicano de la Guerra de Restauración
Nacimiento8 de septiembre de 1839
Puerto PlataBandera de la República Dominicana República Dominicana
Fallecimiento21 de mayo de 1897
Ciudad de Puerto PlataBandera de la República Dominicana República Dominicana
Gregorio Luperón. Restaurador y patriota nativo de Puerto Plata. Gran prócer de la Guerra Restauradora de la independencia dominicana, destacado político del siglo XIX, líder del Partido Azul o Liberal y ferviente propulsor del ideal antillanista. Los dominicanos lo llaman el Padre de la Patria y la Primera Espada de la Restauración.



Síntesis biográfica


Casa que habitó Gregorio Luperón
Nació el 8 de septiembre de 1839 en la ciudad de Puerto Plata. Su madre se llamó Nicolasa Duperón, una inmigrante de color, inglesa, dueña de un ventorrillo y para quién de niño, tuvo que vender piñonate en una bandeja por las calles, para ayudar al sostenimiento del hogar. Su padre Pedro Castellanos. Su apellido original francés era, pues, Duperón, que luego se castellanizó como se conoce en la actualidad.
Aprendió primero el inglés, lengua que se hablaba en su casa, más que el español. Cuando apenas tenía catorce años, mostraba una fuerza de carácter y una dedicación al trabajo de hombre hecho y derecho, lo que hizo que Pedro Eduardo Dubocq, comerciante establecido en Puerto Plata, lo encargara de dirigir los trabajos de cortes de madera que tenía en Jamao. Desempeñó este trabajo a cabalidad, aprovechando además la biblioteca existente en la casa de campo que el señor Dubocq poseía en el lugar, para cultivar su espíritu. Y a los 19 años, en 1858, instaló una casa de comercio en Yásica.

Acción patriótica

Teniendo solamente veintidós años cuando se produce la anexión, el joven Luperón siente en lo más íntimo de su ser, la rebeldía contra el nuevo estado de cosas y, solo, castiga a los malos dominicanos que se atreven, en su presencia, a menospreciar lo dominicano. Habiéndole dado una paliza a uno de éstos, fue hecho preso pero escapó de la cárcel, buscando refugio en Haití desde donde se trasladó a los Estados Unidos. Poco tiempo después regresó clandestinamente por Monte Cristi, tomando parte en el levantamiento de Sabaneta en 1863.
Al año siguiente, meses antes de estallar la Guerra Restauradora, con apenas 24 años y debido a sus méritos, fue designado general de brigada. En septiembre de 1863 comandó las tropas que atacaron Santiago y era tanto su prestigio que, cuando se instaló el 14 de ese mes el Gobierno Provisorio de la Restauración, fue electo Presidente, pero en un acto de desprendimiento renunció. Fue entonces escogido José Antonio Salcedo (Pepillo).
Durante ese mismo mes enfrentó militarmente a Pedro Santana en La Vega y Arroyo Bermejo. En los meses posteriores y durante los años 1864 y 1865, mientras duró la guerra, no obstante haber sido víctima de intrigas, la participación en batallas y combates de Gregorio Luperón fue muy destacada, alcanzando los más altos rangos militares. Entre las acciones militares más importantes en las que intervino se destacan la de Sabana del Vigía, Guanuma, Monte Plata, Bayaguna, Bermejo, Yerba Buena, Paso del Muerto y Río Yabacao.
Propuesto para varios cargos en los diferentes Gobiernos provisionales de la Guerra Restauradora, renunció y sus sentimientos humanitarios quedaron de manifiesto cuando el 5 de noviembre de 1864 protestó por el fusilamiento de Salcedo, en la playa de Maimón.

Revolución

Meses después de terminada la Guerra Restauradora, al ser elegido Buenaventura Báez presidente de la República, Luperón, consciente de los planes antinacionales de aquel, inició una revolución, la cual triunfó el 29 de mayo de 1866. Al cesar el Gobierno del Triunvirato, que estaba integrado por los generales Pedro A. Pimentel, Gregorio Luperón y Federico de Jesús García, asumió la Presidencia el general J. M. Cabral.
En octubre de ese año Luperón estableció en Puerto Plata una casa de comercio, pero siempre estuvo dispuesto a luchar por la integridad de la República. Eso se vio cuando enfrentó en 1864 a Cabral ante las pretensiones de este de arrendar la bahía de Samaná. Y durante el período 1868-1874, llamado el Gobierno de los Seis Años de Báez, el patriotismo de Luperón alcanzó elevadísimos niveles, pues no desmayó un momento en su lucha y en diligenciar recursos con países amigos para derrotar, como finalmente se logró, los planes anexionistas de Baéz, que eran apoyados por el presidente norteamericano Ulises Grant.
En 1877, derrotado el Gobierno civilista de Ulises Francisco Espaillat, Luperón marchó al destierro, del cual regresó al año siguiente, pero se dirigió de nuevo al extranjero en el mes de noviembre. En abril de 1879 asistió en París a un banquete al cual concurría el afamado escritor francés Víctor Hugo y fue aclamado presidente de honor de las sociedades Salvadores del Sena y Salvadores de Francia.
Ese mismo año, ya de regreso en el país, en el mes de octubre inició en Puerto Plata la revolución contra el presidente Cesáreo Guillermo, constituyendo y presidiendo un Gobierno Provisional. Durante el año que duró su Gobierno las artes y la industria nacional alcanzaron un gran desarrollo y sucedió el hecho de que, ante una petición del cónsul de España, se negó a deportar de Puerto Plata al exiliado general cubano Antonio Maceo.

Reconocimientos


Estatua en honor a Gregorio Luperón

Escuela Básica Gregorio Luperón
Instalado en la Presidencia, el 1 de septiembre de 1880, monseñor Fernando A. de Meriño, por recomendación y apoyo de Luperón, este recibió durante los años 1882 y 1883 un sinnúmero de reconocimientos de diferentes Gobiernos europeos y firmó, en su calidad de Plenipotenciario y Enviado Extraordinario, tratados a nombre de la República Dominicana.
En 1885, y con su elevado prestigio se dedicó a ejercer su rol como líder del Partido Azul o Liberal. En tal sentido, intervino en 1886 a favor del general dominicano Máximo Gómez, quien de visita en el país había sido encarcelado arbitrariamente, y apoyó la candidatura Ulises Heureaux -Segundo Imbert.

Sus últimos años

Los últimos años de su vida debieron ser para Luperón muy desesperanzadores, pues tuvo que enfrentar a Ulises Heureaux, su antiguo pupilo, quien había renegado de sus principios liberales, nacionalistas y progresistas y cuyo gobierno ya por 1888 empezaba a perfilarse como una dictadura. En ese año, Luperón declaró su intención de presentar su candidatura para la Presidencia, pero no alcanzó el éxito.
Tampoco lo tuvo en el movimiento revolucionario contra Lilís, en 1893. En 1895 publicó en Ponce el primer tomo de su obra “Notas autobiográficas y apuntes históricos” y en 1896 salieron en la misma ciudad los tomos segundo y tercero. Esa obra es imprescindible para conocer la vida, obra y pensamiento de tan notable dominicano.

Muerte

En diciembre de 1896 enfermó en Saint Thomas. A iniciativa de Emiliano Tejera, Lilís decidió visitarlo y en un acto magnánimo mandó a buscar a su antiguo jefe político y protector. Fue trasladado a la ciudad de Puerto Plata y durante los últimos cinco meses de su vida fue atendido por el Dr. De la Fosse. Así, el 21 de mayo de 1897, después de expresar que los hombres como él no podían morir acostados, falleció y fue enterrado en esa localidad.

Fuentes


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Cristina y su terquedad de yegua
Comentarios
Modestia aparte, Cristina además de mujer es yegua y morocha, (como dicen los argentinos) vaya que ya quisieran muchas ser yeguas como ella. En mi pueblo, que queda en el oriente de Guatemala y que colinda con El Salvador, árido como él solo, en aquellos cerros yermos, es común que uno al referirse a una mujer diga yegua o potranca, nadie se ofende, porque no se dice para ofender, es un halago y una afirmación. Son honores que solo la gente de pueblo agradecemos. Pero claro, uno tiene que convivir con los animalitos (que son nuestra familia) para entender el contexto, nadie de la capital lo entendería. Porque nadie que no ha convivido con ellos conoce su naturaleza. La mujeres en esencia somos muy parecidas a las yeguas.
Cristina y su terquedad de yegua
Entonces a mí me dicen que Cristina es una yegua y yo lo afirmo y lo aplaudo, ¡qué yegua! Repito, ya quisieran muchas…
Una yegua que cautiva, Cristina tiene ese poder de convocatoria impresionante, sus palabras deslumbran y convencen, porque tienen la fuerza de las manadas de potrancas salvajes que galopan libres en los montes. No hay tranca que las detenga, ni abismo, ni tormenta que las asuste. Porque son yeguas, ni más ni menos.
Me enamoré de la política suramericana gracias a Cristina y Evita, ambas me hacen sentir argentina, porque soy una más de los descamisados de Evita y una paria de los arrabales más inhóspitos.
Cristina demostró con hechos que “la patria es el otro”. Porque de la oratoria a la acción con ella no hay diferencia, palabra que dice la cumple y eso en política es algo extinto. Dijo que siempre estaría y lo cumplió, no se fue, ha permanecido, está ahí, al frente con un objetivo: reconstruir de nuevo a Argentina. Y lo hará, de los escombros la volverá a levantar porque ya lo hizo una vez. Y porque es necia como las yeguas.
Cristina es ese tipo de persona que no se rinde, y que incita a otros a no hacerlo, a no doblar las manos, ella impulsa, es generadora de energía, es una luciérnaga en medio de la oscurana. Tiempos difíciles se viven en Argentina y ella sigue convocando a multitudes con su sola presencia. Para muchos debió estar vencida, olvidada, pero al contrario, ella es una institución, un río crecido, es una flor, siempre fresca y deslumbrante como los girasoles de verano al medio día; de pie, siempre viendo de frente al sol.
¿Qué tiene Cristina que la siguen multitudes? Esencia y transparencia. Un ser sin alma es como una tormenta que se quedó estéril, en el amago de una pasada de nube. Es un frijolar lejos del pie del milpal: que crece débil y marchito. Cristina, Cristina es una montaña reverdeciente en los primeros días de primavera. Cistina es el canto del jilguero en patio de casa de pueblo.
¿Qué tiene Cristina que la siguen multitudes? Nada especial, es humana. Y porque amor con amor se paga. La veremos nuevamente de presidenta, reescribiendo la historia de Argentina, para orgullo de las mujeres y las yeguas, y perdón por el ego, pero modestia aparte, para orgullo de las morochas.

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