SOBRE NOSOTROS

                          

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  1.  Movimiento 30 de Junio Orígenes y Propósitos

  2.   DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS  30 de Junio

                               Movimiento 30 de Junio Orígenes y Propósitos

                                                              Volver a Bosch



El 30 de Junio se define como una corriente ideológica progresista a lo interno y externo del PLD constituyéndose en un espacio para el estudio, análisis y propuestas en el ámbito político, económico, social y cultural desde una perspectiva histórica tomando como referente el legado de amor a la patria que heredamos de nuestro padre fundador de la República Juan Pablo Duarte, del General Gregorio Luperón y del apóstol maestro Profesor Juan Bosch.

El M30J se propone promover  la práctica de una cultura política fundada en  valores, la dimensión ética e igualitaria de la política sustentada en el humanismo, en el compromiso social. Por demás, objeta el clientelismo político como respuesta a los males que afectan a nuestro país.
No hay duda y es evidente, una gran parte de nuestra clase política  se ha separado del ciudadano común. Los partidos políticos tradicionales ya no escuchan lo que la gente dice, quiere o necesita. No hay un diálogo real entre ellos y la sociedad. La mayor parte de nuestros políticos  se la dan de pragmáticos; una cierta dosis de pragmatismo es necesaria en la actividad política, pero cuando éste se lleva más allá de ciertos límites, el problema es que se fomentan ideas contrarias a los principios  y valores.

En el M30J asumimos  el Boschismo como teoría y  práctica.  El Boschismo es una teoría, una práctica, una acción, un método, un  enfoque del Estado y la Sociedad. En esa línea de pensamiento y propósito entendemos que hoy, más que nunca, en la República Dominicana, se hace impostergable volver a Bosch.  Nuestra iniciativa hunde sus raíces en  los referentes  históricos que le dieron origen al PLD. Muy especialmente en el pensamiento ético,  humanista y patriótico enarbolado por el Profesor Juan Bosch.

La participación política debe entenderse como una tarea de servicio público y representación de los diversos intereses y aspiraciones de la sociedad. Esta forma de hacer política debe ser compromiso de cada uno de las y los miembros  del Movimiento  no sólo de cara a la sociedad sino también en nuestra actividad  al  interior de la organización, donde debemos actuar con responsabilidad, disciplina y discreción para resolver  nuestras diferencias. 
El PLD y la apertura

En lo referente al PLD y su masificación, el profesor Juan Bosch, con su fino olfato político, advertía en su libro, El Partido: concepción, formación y desarrollo:
“Cometeríamos un error mayúsculo, imperdonable, si (…) nos pusiéramos a hacer del PLD un partido populista como el PRD bajo el criterio de que lo que necesitamos es tener un partido grande en cuanto a número de seguidores en vez de tener un partido fuerte por sus cualidades, entre ellas por su unidad ideológica, su conocimiento de los principios políticos que gobiernan a la sociedad y su capacidad militante para luchar. Pero, si ese crecimiento es para convertirlo en un partido populista, en un nuevo PRD, entonces caeríamos en un gravísimo error si permitiéramos ese tipo de crecimiento.”
El PLD ha resquebrajado su imagen en los últimos años. No se trata de incidentes aislados o excepcionales, sino de conductas y hechos que constantemente se manifiestan en la vida interna del partido, así como en la actuación de algunos  dirigentes y de aquellos peledeístas que lograron conquistar un puesto de elección legislativa, municipal  o en la administración pública. La sociedad ha percibido ese deterioro y lo juzga a partir de los medios de comunicación, pero también de sus experiencias personales o la de sus vecinos, amigos y parientes.

La crítica de la ciudadanía no es homogénea ni se remite exclusivamente al PLD, lo es otro tanto para los partidos del sistema. Por el otro lado, los propios militantes y dirigentes peledeístas han hablado tanto dentro como fuera del partido de estos problemas. Algunos lo hacen con pesimismo y argumentan que no hay forma de reencauzar el PLD de Juan Bosch, otros insisten en trabajar a lo interno de las estructuras orgánicas vía los canales institucionales y volver a Bosch. De cualquier manera está claro que estos problemas le restan eficacia al partido y lo alejan de su misión principal, tal como lo concibió el maestro: ser un instrumento de cambios y transformación para mejorar las condiciones de vida de las grandes mayorías del país.

Cada quien puede hacer su lista de críticas y señalar muchos errores del partido, sin embargo, pueden detectarse cuatro problemas fundamentales de los cuales se derivan probablemente todos los demás:
1)      El PLD se ha distanciado de la sociedad. Este divorcio se da de varias maneras: por un lado, de la manera más elemental, al dejar de tomar en cuenta los intereses de la sociedad y darle prioridad a los del grupo o los personales.  En el mejor de los casos, las agendas se limitan a planear las actividades electorales, pero cotidianamente las discusiones versan sobre los conflictos  internos, las ofensas y cuentas pendientes de un grupo con otro.

2)      Se han desplazado las propuestas serias y generosas en aras del pragmatismo electoral. Este pragmatismo se hace en función, en algunos casos, de una política mediática, y en otros, por un simple cálculo de rentabilidad electoral. Se ha dado prioridad a la suma de votos, sin importar el con quién y el para qué. Así  se han establecido alianzas con personas o grupos de poder en forma pragmática, sin tomar en cuenta los perfiles ideológicos o programáticos. Este pragmatismo ha llevado al fenómeno de tratar de "agarrar" todo tipo de candidato dando lugar a que surjan  poderes personales y de grupos que se revierten contra las aspiraciones de lucha de la sociedad y contra los referentes históricos que le dieron origen al PLD.

3)      Dentro del partido han surgido grupos cerrados, sin vínculos sociales o ciudadanos, sólo cuidan sus intereses burocráticos. Estos grupos dominan, con frecuencia, la vida del PLD en los niveles nacionales, provinciales, municipales, distritales. La existencia de grupos sin propuestas claras para la vida del partido o del país ha provocado una dinámica interna que no sólo agudiza el enfrentamiento sino que fomenta la cultura del populismo y el clientelismo. Los grupos que se apropian de esas posiciones creen que les deben ese puesto a los miembros de su propio grupo. Con ello, se alientan las tendencias patrimonialistas y clientelares  que ven al partido y  los puestos en el Poder Legislativo o en la administración pública, como "botines" de grupos que tratan de imponer un monopolio de los cargos y candidaturas electivas.

4)      La falta de indicadores, criterios y mecanismo fiscalizadores para  evaluar los gobiernos emanados del PLD y muy especialmente los municipales y distritales.   Los proyectos de agenda legislativa, municipal o los planes de gobierno se elaboran en el mejor de los casos a nivel personal, pero no hay una instancia partidaria que los sancione o enriquezca. En algunas ocasiones, incluso, ha habido funcionarios repudiados por la población, ya sea por incompetencia o porque con frecuencia se manifiestan altanero y otros que han caído en prácticas no santa. No obstante, a estas críticas,  amplios sectores de la sociedad dan importancia al PLD como un instrumento de equilibrio y progreso.  También reconocen los aportes del PLD a la lucha democrática. Otros señalan que todavía estamos a tiempo de promover o  reencauzar al PLD por el camino del Boschismo. 

A pesar de sus errores, la presencia y fortalecimiento del PLD, resulta imprescindible para encausar políticas que disminuyan la desigualdad entre los dominicanos, así como   construir propuestas alternativas que reconozcan la integridad de los derechos ciudadanos y fortalezcan la democracia como vía para llegar a una mayor participación ciudadana como forma de gobierno. Para ello el PLD tiene que retomar lo mejor de su herencia histórica adquirida en muchas décadas de lucha social bajo los lineamientos y principios éticos, humanistas y patrióticos del profesor Juan Bosch.

El PLD y la Sociedad

La separación del PLD de la sociedad tiene causas que no se limitan a la vocación burocrática y autoritaria de algunos dirigentes y funcionarios peledeístas. Hay en realidad razones muy variadas que ayudan a explicar esta situación:

a) Hay causas históricas

 La larga hegemonía del PRD y PRSC sobre la política dominicana produjo una cultura política basada en el clientelismo, el corporativismo, la corrupción y el autoritarismo. Esta cultura política se ha basado en el pragmatismo y en la incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace. También ha fomentado la compra de voluntades como el método principal para asegurar lealtades y adhesiones políticas y maniobras como el fraude, el madruguete (comprar voluntades en la oscuridad de la madrugada a víspera de unas elecciones) y violaciones de las leyes para ganar posiciones políticas. Todas estas formas de hacer política han contaminado a la cultura de los valores del quehacer político
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b) La gestión del poder (Desgaste  en el ejercicio de gobierno)

En la medida en que el ejercicio del poder se da sin principios, sin lineamientos programáticos para satisfacer necesidades básicas de la población, no hay dudas, de que  se crean condiciones que lleva también hacia una separación del partido y la sociedad. La imposibilidad de solucionar problemas ancestrales con tímidas políticas públicas que muy poco hacen para disminuir la pobreza, la exclusión y la marginación. Estas políticas públicas al no fomentar la participación ciudadana llevan a un franco desencanto de la población.

c)  Torpeza y falta de voluntad

La torpeza y la falta de voluntad de un gran número de funcionarios   han conducido al gobierno del PLD a una permanente  disputa política con amplios sectores de la sociedad dominicana. Casi forzados por esta circunstancia, el PLD no ha encontrado ocasiones propicias para la discusión de los programas y propuestas ni al interior del Partido ni en los foros públicos.

d) La conquista de espacios de poder

Hay que reconocer que la conquista de espacios de poder crea intereses de grupo y genera una dinámica de lucha por el dominio  de estamento de decisión.  El PLD ha creado su propia clase política, una burocracia que vive de los puestos políticos y que se han agrupado más por razones de interés propio que por coincidencias ideológicas. Esta burocratización es más fuerte en un país que ofrece muy pocas posibilidades de movilidad social. A todo esto agregamos los pocos esfuerzos que se han hecho por la formación de cuadros y  fomentar la discusión política, derivando en una clase política que acepta con prontitud y mucha facilidad la disputa política facciosa y sin principios. La existencia de estos grupos de interés dificulta la transformación del PLD. Establecen redes de complicidad y tienen prácticas clientelares con distintos grupos de la sociedad. La existencia de grupos del dentro del PLD se da sobre la base de lealtades más que de afinidades políticas o ideológicas. A ello hay que agregar la falta de una democracia institucional y una cultura política muy pobre que pone el acento en la lucha por los puestos y no en el debate programático.

Para volver a Bosch el 30 de Junio propone:

Transformar el PLD  y renovarlo a partir de una definición sobre sus objetivos. Proponemos como objetivo central construir una mayoría social y política de pensamiento democrático y progresista capaz de realizar los cambios que requiere el país. Esta mayoría no puede verse sólo como una mayoría electoral. Se trata de construir una mayoría participativa, organizada y capaz de hacer oír su voz en las definiciones de las políticas públicas y en el rumbo de los gobiernos del PLD.
Proponemos que el PLD construya un espacio de diálogo permanente con los diversos actores sociales. Este diálogo  deberá establecerse a todos los niveles de dirección del Partido. Se trata de establecer un diálogo de iguales, sin condiciones y con el propósito de escuchar y recoger las demandas y las voces de la sociedad. Al mismo tiempo, el PLD debe reconocer que existe un retraso conceptual en sus reflexiones y líneas programáticas. De ahí la necesidad de abrir un espacio sobre la discusión programática permanente para que el debate se actualice y se renueve constantemente. La definición de un programa de profundos cambios es un problema conceptual pero también requiere actualizar el conocimiento y la información. Este programa debe ser congruente y ordenado, no sólo una lista de demandas o buenos deseos. Tampoco se propone partir de cero. En el PLD, los trabajos realizados con estos mismos propósitos y las aportaciones individuales de muchos peledeístas, representan un valioso arsenal acumulado de experiencia que facilita la construcción de una alternativa propia, integral y progresista tal como plantea la teoría de Boschismo.

Por igual proponemos también, que el PLD abra un debate permanente sobre el Programa del Partido, que se realice mediante el fomento de los centros de investigación y formación política, así como la realización permanente de mesas de análisis y desarrollo, conferencias y foros con especialistas, organizaciones académicas, sociales y ciudadanas. Esta actividad no debe verse como un asunto secundario o propio de un pequeño grupo. La intención debe ser incorporar al mayor número de compañeros del partido y de ciudadanos.

En el PLD se hace impostergable también, impulsar la discusión sobre las formas de llevar a cabo un nuevo ejercicio del poder. Desarrollar una política desde los gobiernos peledeístas que promueva el cambio y no se limite a administrar la realidad. Para ello será necesario encontrar el método de trabajo para que el partido pueda hacer, de manera permanente, una crítica de los gobiernos emanados del PLD, con el objeto de mejorar su desempeño y acercarlo a la sociedad. El PLD está abocado a construir espacios de evaluación permanente del gobierno nacional, legisladores y gobiernos municipales del partido. Esta evaluación debe realizarse sobre la base de consideraciones políticas y colectivas, y no personales o individuales. En este espacio de dialogo y discusión seria y transparente deberán participar los gobiernos evaluados y se debe rechazar cualquier tentación de convertirlo en un espacio de ajuste de cuentas entre las facciones que pudieran surgir a los interno del partido, en cambio debe darse un debate de altura, basado en datos e informaciones fidedignas.

Otra propuesta es que el PLD pueda replantear la discusión sobre la organización del partido en la perspectiva de abrir cada vez más espacios para las distintas expresiones del pensamiento democrático y progresista con el propósito manifiesto de fortalecer su vida institucional y evitar las disputas internas.
Resumen:

1.                  Establecer un diálogo permanente entre el partido y la sociedad.                 
2.                  Fomentar y apoyar acciones que permitan la recuperación de las articulaciones sociales. Eso significa, en otras palabras, restaurar el liderazgo, la autoridad política y social  desde la base.                                                         
3.                  Conjugar esfuerzos para la creación de una sociedad participativa y solidaria, capaz de auto organizarse y ser autogestora.                                                  
4.                  El PLD debe postular en los cargos electivos a ciudadanos comprometidos, pero ello debe ser resultado de un pacto donde se establezcan compromisos mutuos, muy claros, sobre las agendas legislativas, municipales y de gobierno.

5.                  Además, el partido debe ser una llave de acceso para que los distintos sectores de la sociedad puedan plantear sus demandas y  propuestas ante los gobiernos y las instancias legislativas y municipales.


El 30 de Junio se define como un proyecto democrático y progresista. Tiene por propósito preservar el legado teórico de Juan Bosch, expresado en sus obras de investigación política, sociológica, histórica y cultural como en su praxis política sustentada en los valores éticos, humanistas y patrióticos que por igual sustentaron Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón y todos aquellos dominicanos que amaron y aman esta patria quisqueyana. 

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                                                                           DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
El Movimiento 30 de Junio se define como un proyecto democrático y progresista. Se organiza con el propósito de preservar el legado teórico del Profesor Juan Bosch, expresado en sus obras de investigación política, sociológica, filosófica y cultural como también su práctica sustentada en los valores éticos, humanistas y patrióticos que por igual sustentaron Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón y todos aquellos dominicanos que llenaron de gloria el camino en sus luchas por las justas causas del pueblo quisqueyano.

El Movimiento 30 de Junio asume una concepción de progreso de la sociedad tomando como principios fundamentales los siguientes:

1. Ser un instrumento de promoción de los valores históricos, patrióticos, culturales, socioeconómicos y humanistas de la República Dominicana que enarbolaron Duarte, Luperón y Juan Bosch.

2. El Movimiento 30 de Junio promueve su práctica política a lo interno y a lo externo del Partido de la Liberación con el propósito de mantener el legado histórico de Juan Bosch, su herencia doctrinaria, su mística organizativa y su posición inclaudicable en defensa de las grandes mayorías de nuestro país.

3. Defenderemos la legalidad en el Partido de la Liberación Dominicana que la constituyen, entre otras, sus estatutos y las resoluciones de sus congresos siempre pensando en la unidad del PLD y su fortalecimiento.

4. El Movimiento 30 de Junio tiene como proceso de toma de decisiones el método del centralismo democrático y rechaza cualquier forma de dirección autoritaria o despótica.

5. Objeta el clientelismo político como respuesta a los males que afectan a nuestro país.

6. La participación política debe entenderse como una tarea de servicio público y representación de los diversos intereses y aspiraciones de la sociedad.

7. La calidad política se sustenta en el principio de la crítica y la autocrítica, el respeto a las decisiones orgánicas, el comportamiento ético y la autoridad moral son la base en la que debe apoyarse la práctica boschista.

8. El Movimiento 30 de Junio promueve la conquista y la defensa de los derechos humanos y sociales que se traducen en derechos de:

a)- Alimentación adecuada, salud, educación

b)- Trabajo, descanso, esparcimiento

c)- Retiro y jubilación justa

d)- Vivienda, agua potable y cobertura sanitaria

e)- Paz y justicia

9. En el Movimiento 30 de Junio reconocemos que las mujeres y los hombres somos iguales ante la ley y en el compromiso ciudadano, es a partir de esa igualdad en la diferencia que nuestro Movimiento asegura la paridad de género con la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones al interior de la organización y en todos los ámbitos de la vida social, económica, política y cultural, garantizando el acceso en condiciones de igualdad, al uso, control y beneficios del desarrollo de todas las personas.

10. El Movimiento 30 de Junio entiende que el conocimiento, las artes y el desarrollo científico y tecnológico son una fuente de generación de riqueza y de expansión del capital humano y sostiene que debe ser una herramienta básica al servicio de la soberanía para promover un desarrollo equitativo y sustentable.

11. La defensa y protección del medio ambiente es una de las grandes tareas de la humanidad y debe ser considerado un asunto de sobrevivencia y seguridad nacional. Se pronuncia por un desarrollo sostenido y sustentable que satisfaga las necesidades de las generaciones presentes y futuras basado en la preservación actual de los recursos naturales.

12. El M-30J, en consonancia con las ideas del Maestro, es una organización de vocación internacionalista. Nos solidarizamos en la defensa de los procesos revolucionarios que sacuden al mundo y sobre todo en la América Latina y el Caribe. Considera su deber respaldar la batalla por la Segunda Independencia que con la Revolución Cubana inicia el ciclo de combate americano contra “la frontera imperial” que denuncio gallardamente el Profesor Juan Bosch.

13. El Movimiento 30 de Junio se pronuncia por un orden internacional basado en la paz, el respeto a la soberanía de los países, por un sistema mundial basado en el fortalecimiento de las instituciones de justicia internacional que sancionen los graves actos de irresponsabilidad, represión, autoritarismo y crímenes contra la humanidad. Aspiramos a un sistema internacional que promueva la ayuda y la cooperación económica a las naciones más necesitadas, en el intercambio comercial, científico y tecnológico que apunten hacia el desarrollo y el bienestar de todos los pueblos.

14. El Movimiento 30 de Junio se pronuncia igualmente por la asociación de países a nivel regional y mundial, especialmente con nuestros hermanos de América Latina, con fines comerciales, culturales y políticos siempre y cuando estas asociaciones tiendan a superar las desigualdades y sirvan para que los países de menor desarrollo alcancen niveles superiores de bienestar.

15. La paz en el mundo será conquistada por la democracia, la igualdad, la libertad, la solidaridad, el respeto a la independencia y la soberanía de los Estados.

                                                 A LA PATRIA NO SE LE USA, SE LE SIRVE

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